domingo, 28 de febrero de 2016

El Alzheimer (EA) es un tipo de lesión cerebral orgánica frecuente a partir de los 65 años

El Alzheimer (EA) es un tipo de lesión cerebral orgánica frecuente a partir de los 65 años y debe considerarse como propia de la llamada tercera edad, cuyo deterioro intelectual progresa gradualmente desde la amnesia hasta la incapacidad total, desconociéndose sus causas precisas.
Se puede establecer siete estadios clínicos o fases de evolución de la enfermedad, cuyo deterioro va siendo marcadamente progresivo. Es raro que afecte a personas de 40-45 años. Sin embargo, a partir de los 65 años la incidencia es mayor. El enfermo no muere de Alzheimer, sino de padecimientos agregados derivados de estar constantemente en cama (neumonía, fallos cardíacos, respiratorios, etc.)
Fase 1: Normal

Esta fase incluye a toda persona mentalmente sana de cualquier edad.
Fase 2: Falta de memoria normal para la edad

Un número importante de las personas mayores de 65 años se quejan de dificultades cognitivas y/o funcionales características. Las personas de edad avanzada con estos síntomas creen que no pueden recordar los nombres tan bien cómo lo hacían 5 o 10 años atrás y suelen decir que ya no pueden recordar dónde dejan las cosas tan bien como antes.
También es frecuente que expresen dificultad en concentrase y en hallar las palabras correctas al hablar. Estos síntomas suelen ser benignos, sin embargo, pueden ser predictivos de que la persona sufrirá un declive más rápido que las personas de la misma edad y con la misma salud que no presentan los mismos.
Fase 3: Deterioro cognitivo leve

Las personas que se encuentran en este fase manifiestan déficits sutiles, pero que son advertidos por las personas que se relacionan estrechamente con ellas. Estos déficits pueden manifestarse en forma de repetir preguntas de forma evidente, disminución en el rendimiento laboral o incapacidad de dominar nuevas herramientas de trabajo como por ejemplo la informática.

Muchas personas con estos síntomas empiezan a experimentar ansiedad, que puede llegar a ser evidente. A veces, una “retirada estratégica” en forma de jubilación puede aliviar el estrés psicológico y reducir tanto la ansiedad subjetiva como la claramente manifiesta.

El pronóstico de las personas con deterioro cognitivo leve (DCL) es variable. Una parte importante de estas personas seguirán evolucionando durante mucho tiempo sin empeorar, mientras que otra proporción de individuos empeorará evidentemente y manifestará síntomas claros de demencia en un intervalo de aproximadamente 2 a 4 años.

Los síntomas de esta fase pueden no resultar evidentes para familiares y amigos de aquellas personas que no llevan a cabo tareas ocupacionales o sociales complejas.

La duración de este periodo es de unos 7 años.
Fase 4: Enfermedad de Alzheimer leve

Los síntomas de deterioro resultan evidentes en este fase. Por ejemplo, pueden no recordarse acontecimientos recientes importantes, tales como unas vacaciones o la visita a un familiar. De forma similar, pueden producirse errores al intentar recordar el día de la semana, el mes o la estación. Los enfermos en este fase suelen aún recordar su dirección correcta. Generalmente pueden recordar también las condiciones climáticas externas y eventos actuales muy importantes, como el nombre de un jefe de estado importante.

La persona en esta fase puede potencialmente llevar una vida independiente, a pesar de que sus capacidades cognitivas y funcionales para realizar actividades cotidianas se encuentran afectadas. Así, se tiene una menor capacidad para llevar la economía doméstica, lo cuál puede manifestarse como dificultar para pagar el alquiler u otras facturas. La pareja puede percatarse de que su cónyuge tiene a la hora de escribir las fechas y cantidades correctas en los cheques.

El estado de ánimo del enfermo suele mostrar una menor reacción emocional que previamente. Esta ausencia de respuesta emocional puede estar íntimamente relacionada con la negación por parte del enfermo de su déficit, que suele ser notable en este fase. Por este motivo, la persona afectada por el Alzheimer renuncia a participar en actividades tales como las conversaciones.

El diagnóstico de la EA puede realizarse con considerable certeza desde el inicio de este fase que suele tener una duración aproximada de 2 años.
Fase 5: Enfermedad de Alzheimer moderada

Los déficits en esta fase son ya lo suficientemente importantes como para que el enfermo no pueda valerse por sí mismo y por tanto, no pueda vivir de forma independiente. Los problemas del comportamiento como la cólera o el recelo son reacciones muy frecuentes en las personas en este fase que no reciben suficiente apoyo.

Los enfermos en esta fase no suelen poder recordar acontecimientos importantes y aspectos de su vida actual como el nombre del presidente, las condiciones meteorológicas del día, o su dirección correcta. Característicamente, algunos de estos aspectos importantes de la vida actual se recuerdan, pero no otros. Además, la información se retiene de forma imprecisa, y así, por ejemplo, el paciente puede recordar su dirección correcta en algunas ocasiones, pero no en otras.

La memoria remota también se afecta, hasta el punto de que los enfermos pueden no recordar el nombre de la escuela a las que asistieron durante muchos años y en la que se graduaron. La orientación puede estar comprometida hasta el punto de que no pueda recordarse el año correcto. Los déficits para el cálculo son de tal magnitud que una persona instruida tiene dificultad para contar hacia atrás desde 20, de 2 en 2.

Las personas en este fase tienen dificultades incipientes con las actividades básicas de la vida diaria. El déficit característico de este tipo es la disminución de la capacidad para elegir independientemente la ropa adecuada. Este fase dura un promedio de 1,5 años.
Fase 6: Enfermedad de Alzheimer moderadamente severa

En esta fase, la capacidad para realizar actividades básicas de la vida diaria se ve comprometida. Los enfermos, además de haber perdido la capacidad para elegir su ropa sin ayuda, empiezan a requerir ayuda para vestirse adecuadamente. A menos que los supervisen, los enfermos pueden ponerse la ropa del revés, pueden tener dificultad para poner el brazo en la manga correcta o pueden vestirse siguiendo una secuencia incorrecta. Por ejemplo, los pacientes pueden ponerse la ropa de calle encima de la ropa de noche.
La persona pierde la capacidad de bañarse de forma independiente sin ayuda. Característicamente, el déficit más frecuente y precoz al bañarse es la dificultad para ajustar la temperatura del agua del baño.

Inicialmente, una vez el cónyuge ajusta la temperatura del agua del baño, el paciente todavía puede potencialmente bañarse por sí mismo. Posteriormente, a medida que este fase avanza, aparecen nuevos déficits para bañarse y vestirse de forma independiente. Los enfermos generalmente desarrollan déficits en otras modalidades de la higiene diaria tales como cepillarse los dientes. Con la evolución posterior de la EA, los enfermos pierden la capacidad para comportarse correctamente y de forma independiente en el lavabo. Si no se les supervisa pueden tirar el papel higiénico en lugar equivocado.

Muchos pacientes olvidan cómo hacer funcionar el retrete adecuadamente y a medida que evoluciona esta fase de la enfermedad, los pacientes se vuelven incontinentes. Suele aparecer primero la incontinencia de orina y posteriormente la incontinencia fecal. La incontinencia puede ser tratada, o incluso inicialmente prevenirse yendo frecuentemente al lavabo.
Subsiguientemente, es necesario considerar estrategias para manejar la incontinencia, incluyendo un acondicionamiento apropiado de la cama, pañales absorbentes, etc.

En la fase sexta los déficits cognitivos suelen ser tan severos que las personas pueden mostrar escaso o nulo conocimiento cuando se les pregunta acerca de aspectos importantes de su vida actual como su dirección o las condiciones climáticas del día. Generalmente, es tan difícil recordar los acontecimientos de actualidad que el paciente no puede nombrar al jefe de estado u otras figuras relevantes de interés periodístico. En esta fase, las personas pueden o no recordar acontecimientos básicos de la vida como los nombres de sus padres, su profesión y el país en el que nacieron. Aún conservan algún conocimiento de su propio nombre; sin embargo, los pacientes en este fase empiezan a confundir a su cónyuge con su padre fallecido y también confunden la identidad de las personas, incluso la de familiares cercanos, en su propio entorno.
Con frecuencia, la capacidad de cálculo está tan severamente comprometida que incluso las personas con buena formación tienen dificultades para contar hacia atrás, desde 10, de uno en uno.
Los cambios emocionales generalmente son más evidentes y perturbadores en este fase de la EA y están claramente relacionados con la reacción psicológica del paciente a sus circunstancias. Por ejemplo, a causa de sus déficits cognitivos, los pacientes ya no pueden canalizar sus energías en actividades productivas. Consecuentemente, los pacientes empiezan a agitarse, a pasear por la habitación, a cambiar los objetos de sitio y a colocar las cosas en lugares que no les corresponden, o a manifestar otras formas de despropósitos o actividades inapropiadas. A causa del temor, de la frustración y el enfado que siente el paciente ante sus circunstancias, y de otros factores neuroquímicos, los enfermos suelen presentar accesos de cólera verbales, y pueden tener un comportamiento amenazante o incluso violento. Dado que no pueden sobrevivir de forma independiente, los pacientes frecuentemente desarrollan miedo a quedarse solos.
El tratamiento de estos y otros síntomas psicológicos y del comportamiento, que aparecen en este y otros fases de la EA, consiste en aconsejar sobre la realización de actividades apropiadas y sobre el impacto psicológico que tiene la enfermedad sobre el paciente, y en realizar intervenciones farmacológicas.
La duración media de este fase de la EA es de aproximadamente 2,5 años. A medida que este fase finaliza, el paciente, que presenta incontinencia urinaria y fecal, y necesita ayuda para vestirse y bañarse, empieza a manifestar un deterioro evidente de la capacidad para articular el habla. Se hacen manifiestos el tartamudeo, los neologismos y /o una elevada insuficiencia del habla.
Fase 7: Enfermedad de Alzheimer severa

En este fase, la EA requiere asistencia continua en las actividades de la vida diaria para la supervivencia. Al principio de esta fase, el habla se limita a media docena de palabras inteligibles aproximadamente, o menos, en el transcurso de una entrevista con numerosas preguntas. A medida que progresa esta fase, el habla se limita aún más, como mucho a una sola palabra inteligible. Una vez se ha perdido el habla, se pierde también la capacidad de deambular de forma independiente por lo que el enfermo requiere ayuda para andar.
Posteriormente, los pacientes pierden también la capacidad de sentarse por sí solos. En este punto de la evolución de la EA, los enfermos se caen cuando están sentados a menos que la silla tenga brazos que los mantengan rectos.

Los pacientes que sobreviven acaban perdiendo la capacidad de sonreír. Así, sólo se observan muecas en los movimientos faciales en lugar de sonrisas. El enfermo finalmente pierde la capacidad de sostener la cabeza recta por sí mismo. Con un cuidado apropiado y soporte vital, los enfermos pueden sobrevivir en esta fase final de la EA durante años.

En esta etapa final de la EA se hace más evidente la rigidez que afecta a articulaciones como el codo en la mayoría de los enfermos. En muchos pacientes, esta rigidez parece preceder a la aparición de deformidades físicas manifiestas en forma de contracturas. Las contracturas son deformidades irreversibles que impiden la movilidad pasiva o activa de las articulaciones.
El enfermo en esta fase muestra también reflejos “infantiles”, “primitivos” o “del desarrollo”, que están presentes en el niño, pero que desaparecen cuando empieza a andar. Estos reflejos, como el de prensión o el de succión suelen empezar a reaparecer a finales se la sexta fase y suelen estar presentes en el paciente con fase siete de la EA.

El paciente con EA suele fallecer durante el curso de la última fase. La muerte se produce generalmente cuando el paciente pierde la capacidad de andar y de sentarse por sí mismo. La causa de muerte más común es la neumonía por aspiración. Otra causa frecuente de fallecimiento son las úlceras de decúbito infectadas. Los pacientes con EA en fase séptima parecen ser más vulnerables a todas las causas de mortalidad de las personas de edad avanzada, incluyendo el accidente vascular cerebral, la enfermedad cardíaca y el cáncer. Algunos pacientes en este fase final parecen sucumbir a otra causa no identificable distinta de la EA.

Las 7 etapas del Alzheimer y los 7 niveles de la demencia


Cada vez son más las personas diagnosticadas con demencia y de la enfermedad de Alzheimer. El aumento de la esperanza de vida de las personas ha contribuido a este crecimiento cuantitativo y nosotros, los futuros fonoaudiólogos seremos parte del equipo terapéutico a cargo del trabajo cognitivo que se realiza con estos pacientes. Por esto es necesario conocer más a fondo las demencias en general y la enfermedad de Alzheimer, una de las más incidentes en la sociedad occidental.
La enfermedad de Alzheimer consta de siete etapas. Estas etapas no se presentan deforma aguda ni durante un período especificado de tiempo, sino que cada una es diferente y su progresión puede variar entre ellas. Uno de los síntomas de la enfermedad de Alzheimer es la demencia. Aunque la enfermedad de Alzheimer es la causa más frecuencia de la demencia, hay otras enfermedades que causan demencia, también.

Las 7 etapas de la Enfermedad de Alzheimer

Etapa 1 – No se observan síntomas
Etapa 2 – OLVIDO: Disminución cognitiva muy leve. Por ejemplo, se observan problemas tales como: ideas vagas sobre dónde están los objetos cotidianos, quejas por no recordar bien, olvidar nombres que conocían. Sin embargo, no existe ninguna pérdida de habilidades en las interacciones sociales o en el contexto laboral.
Etapa 3 – ETAPA DE CONFUSIÓN TEMPRANA: leve deterioro cognitivo. Por ejemplo, los problemas tales como: perderse cuando viajan a un lugar conocido, significativo descenso del rendimiento laboral, problemas para encontrar palabras y nombres, escasa retención de lectura, poca o ninguna capacidad de recordar nombres de personas nuevas, pérdida de objetos de valor y dificultad para concentrarse.
Etapa 4 – ETAPA DE CONFUSIÓN TARDÍA: moderado deterioro cognitivo. Por ejemplo, problemas tales como: disminución del conocimiento de los acontecimientos actuales y recientes, pérdida de memoria de su historia personal, disminución de la capacidad para gestionar viajes o finanzas, e incapacidad para realizar tareas complejas. La capacidad de respuesta adecuada a la estimulación exterior disminuye drásticamente. Negación de cualquier problema relacionado con la memoria y evitación de situaciones que requieran de gran capacidad de retención.
Etapa 5 – ETAPA DE DEMENCIA TEMPRANA: deterioro moderado grave. Por ejemplo: la persona ya no puede vivir con independencia. Los pacientes no pueden recordar nombres de personas o lugares que conocieron en sus vidas. Pueden estar desorientados sobre las horas y las fechas. Sin embargo, no requieren de asistencia al usar el baño o comer, pero pueden necesitar ayuda para vestirse.
Etapa 6 – ETAPA DE DEMENCIA MEDIA: Grave deterioro cognitivo. Por ejemplo, la persona puede olvidar el nombre de su cónyuge y no ser consciente de los acontecimientos en su vida. Son totalmente dependientes de otros para sobrevivir. Pueden tener problemas para dormir con un patrón horario regular.
Etapa 7 – ETAPA DE DEMENCIA TARDÍA: Disminución cognitiva muy severa. Por ejemplo: todas las habilidades verbales están perdidas y el paciente necesita ayuda para comer y usar el baño. Con el tiempo pierden la capacidad de caminar, el cerebro parece ser no es capaz de decirle al cuerpo qué hacer.

Los siete niveles de demencia

Nivel 1 – SIN deterioro cognitivo: No hay quejas subjetivas de déficit de memoria. No recuerdo déficit evidente en la entrevista clínica.
Nivel 2 –Deterioro cognitivo muy leve: (Edad Deterioro de Memoria Asociado):
Quejas subjetivas de déficit de memoria, con mayor frecuencia en las siguientes áreas:
  • Olvidar dónde se ha colocado objetos familiares.
  • Olvidar nombres que conocía bien.
  • No existe evidencia objetiva de deterioro de la memoria en la entrevista clínica.
  • No hay déficit de objetivos en materia de empleo o situaciones sociales.
  • Preocupación apropiada con respecto a la sintomatología.
Nivel 3 – Deterioro cognitivo medio (deterioro cognitivo leve):
Primeros déficits claros. Las manifestaciones se observan en más de una de las siguientes áreas:
  • Paciente puede haberse perdido al viajar a un lugar desconocido.
  • Compañeros de trabajo toman conciencia del pobre desempeño del paciente.
  • La dificultad de acceso al léxico se hace evidente ante sus conocidos.
  • Paciente puede leer un pasaje o un libro y retener información relativamente pequeña.
  • Paciente puede demostrar una disminución en la capacidad de recordar nombres al momento de presentarle personas nuevas.
  • Paciente puede haber perdido o extraviado algún objeto de valor.
  • El déficit de concentración puede ser evidente en las pruebas clínicas. La evidencia objetiva de deterioro de la memoria se obtiene sólo con una entrevista intensiva. La negación comienza a manifestarse en los pacientes. Los síntomas se acompañan de ansiedad leve a moderada.
Nivel 4 – Deterioro cognitivo moderado (demencia leve):
Clara insuficiencia en la entrevista clínica. Déficit de manifiesto en las siguientes áreas:
  • Reducción del conocimiento de los acontecimientos actuales y recientes.
  • Cierto déficit en la memoria de su historia personal.
  • Déficit de concentración provocado por sustracciones de serie.
  • Desorientación temporal y espacial.
  • Deteriorado reconocimiento de personas y caras familiares.
  • Incapacidad de viajar a lugares conocidos.
  • Incapacidad para realizar tareas complejas.
  • La negación es el mecanismo de defensa dominante. El aplanamiento afectivo y la evitación de situaciones difíciles se producen con frecuencia.
Nivel 5 – Deterioro cognitivo moderadamente grave (demencia moderada):
paciente ya no puede sobrevivir sin un poco de ayuda. El paciente es incapaz de recordar durante la entrevista un aspecto importante relevantes de su vida actual, por ejemplo, una dirección o número de teléfono de muchos años, los nombres de los miembros cercanos de la familia (por ejemplo, nietos), el nombre de la escuela secundaria o la universidad de la que se ha graduado. Frecuentemente cierta desorientación temporal (fecha, día de la semana, temporada, etc) o espacial. Puede haber dificultad contando hacia atrás desde el 40 o del 20, de 2 en 2. Invariablemente los pacientes recuerdan sus propios nombres, el de su cónyuge y el de sus hijos. No requieren ayuda para ir al baño y comer, pero puede tener alguna dificultad para escoger la ropa adecuada para vestir en ciertas ocasiones especiales.
Nivel 6 – Deterioro cognitivo grave (demencia moderadamente grave):
El paciente en ocasiones puede olvidar el nombre del cónyuge, de quien es totalmente dependiente para su supervivencia. Será en gran parte inconsciente de todos los eventos recientes y experiencias en sus vidas. Mantiene un poco de conocimiento de pasado, pero de forma superficial. Por lo general desconocen sus alrededores, el año, la temporada, etc. Puede tener dificultad contando a partir del 10, tanto hacia atrás y, a veces, hacia adelante.Requerirá un poco de ayuda con actividades de la vida diaria, por ejemplo, puede llegar a ser incontinente, requerirán asistencia en sus viajes, pero de vez en cuando podrá viajar a lugares conocidos. Casi siempre puede recordar su propio nombre. Frecuentes siguen siendo capaces de distinguir entre personas familiares de personas desconocidas en su entorno. Ocurren cambios de personalidad y emocionales e incluyen:
  • Comportamiento delirante (por ejemplo, acusar a su cónyuge de ser un impostor, puede hablar con figuras imaginarias en el medio ambiente,o a su propio reflejo en el espejo.
  • Síntomas obsesivos (por ejemplo, persona puede continuamente repetir actividades sencillas de limpieza)
  • Síntomas de ansiedad, agitación y conducta violenta, incluso antes inexistente.
Nivel 7 – Deterioro cognitivo muy grave (demencia grave):
Todas las habilidades verbales se han perdido a lo largo de esta etapa. Con frecuencia no hay ninguna voz en absoluto (sólo expresiones ininteligibles y la aparición poco frecuente de palabras y frases aparentemente olvidados). Incontinencia de orina, se requiere la asistencia del baño y la alimentación. Las habilidades básicas psicomotoras (por ejemplo, la capacidad de caminar) se pierden con la progresión de esta etapa. El cerebro parece no ser capaz de decirle al cuerpo qué hacer. Rigidez generalizada y desarrollo de reflejos neurológicos se presentan con frecuencia.

Como Avanza el ALZHEIMER

Durante las últimas etapas de la enfermedad de Alzheimer, los pacientes siguen perdiendo su función mental, y comienzan a verse afectadas a sus capacidades físicas. Los familiares que estén al cuidador de un enfermo de Alzheimer ya están familiarizados con la pérdida de la capacidad de comunicación y para realizar otras funciones mentales, pero deben estar preparados para proporcionar una gran cantidad de atención personal: la atención en esta etapa se centra, en gran medida, en mantener la calidad de vida del individuo y su dignidad.

Síntomas

Los enfermos de Alzheimer,  en la última etapa:
  • Experimentan una pérdida severa de la memoria, la capacidad de procesar la información y la comprensión del tiempo y del lugar.
  • Pierden su capacidad de hablar, aunque todavía pueden decir palabras o frases. La comunicación no verbal se volverá más importante (ver artículos relacionados: La comunicación; Consejos de counicación; Consejos de Comunicación II; Consejos de comunicación III; Otras causas de la dificultad de la comuniación)
  • Puede balancearse hacia adelante y hacia atrás o repetir el mismo sonido o palabra. También pueden retorcer constantemente las manos, tirar de la ropa, tocarse (incluso pueden tocarse de manera inapropiada en público; ver ¿Por qué mi madre se ha desinhibido tanto?) o inquietarse..
  • Se sienten más agitados por la tarde.
  • Necesita ayuda para comer y usar el baño. No pueden controlar la orina y las heces.
  • Pierden la capacidad de caminar solos, la capacidad de sentarse sin apoyo, la capacidad de sonreír, y la capacidad de mantener la cabeza erguida. El cerebro parece ya no ser capaz de decirle al cuerpo lo que debe hacer.
  • No pueden tragar adecuadamente (ver La alimentación de los enfermos de Alzheimer  en fase avanzada)
  • Pierden peso.
  • Son vulnerable a infecciones, especialmente a la neumonía
  • Precisan ayuda a tiempo completo con el cuidado personal

Deterioro mental y físicoFases y Etapas del Alzheimer: Tercera fase, Deterioro Grave. foto 2

En esta tercera fase de la enfermedad de Alzheimer, los pacientes continúan experimentando disminuciones en la función cognitiva, y pierden su capacidad de elaborar un discurso coherente. El individuo todavía puede decir palabras o frases, pero ya no se puede conversar con ellos. Necesitan ayuda total las 24 horas para comer, vestirse, ir al baño y todas las demás actividades de la vida diaria.
El deterioro cognitivo avanzado también provoca una disminución de la capacidad física. Una persona mayor con Alzheimer avanzado no es capaz de caminar sin ayuda; los músculos van empezando a estar más rígidos y tienen reflejos anormales. Este deterioro cognitivo también causa que el enfermo pierda su capacidad para tragar (ver La alimentación de los enfermos de Alzheimer  en fase avanzada) y el control de la vejiga y de los intestinos.

Su papel como cuidador

Centrarse en la comodidad y la dignidad

Dado que los individuos pierden su capacidad de hablar y expresar sus necesidades durante las últimas etapas de la enfermedad de Alzheimer, gran parte de la atención depende de la preservación de su calidad de vida y de su dignidad. La investigación ha demostrado que la esencia interior de un individuo puede permanecer, por lo que todavía puede experimentar el mundo y conectar con usted a través de otros sentidos, como el olfato, el gusto, la vista y el oído. Es curioso que también mantienen su capacidad de sentir miedo o paz, de ser amados o sentirse solos, según HelpGuide.org.
Aunque la prestación de cuidados en esta etapa requiere asistencia intensiva en  la alimentación, el baño, el vestido y procurar mantener al individuo libre de dolor, los médicos aún pueden conectarse con su ser querido. Se recomienda poner la música favorita del enfermo, la lectura de libros en voz alta, ver antiguas fotos juntos, cepillar el pelo de la persona o  preparar su plato favorito (Ver artículos relacionados sobre la Estimulación sensorial en el Alzheimer: Estimulación del tacto; Estimulación de olfato y gusto)
Debe respetar los deseos expresados ​​por la persona con demencia; debe guiar todas las decisiones sobre el cuidado del fin de su vida. Un principio rector debe ser la defensa de su dignidad, privacidad y seguridad.
Al tomar decisiones en nombre de otra persona, es importante seguir los deseos de la persona, si son conocidos. Si no han sido comunicados, conocer sus valores y creencias puede ayudarle a tomar la decisión que más se parezca  a la que él habría tomado.

Enfrentar el dolor

Es innegable que las últimas etapas del Alzheimer son difíciles emocional y físicamente para los cuidadores. Esta última etapa de la enfermedad hace cada vez más evidente que el final de la vida está cerca, por lo que cuidadores y otros miembros de la familia pueden experimentar una amplia gama de emociones: dolor, tristeza, culpa (ver artículo “¡No puedo más! Necesito ayuda para paliar mi sentimiento de culpa”) alivio y una sensación de adormecimiento son reacciones normales a la anticipación de la muerte, y es importante que los cuidadores busquen un especialista de duelo o de otro sistema de apoyo para hacer frente a estos sentimientos.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Esperanza Aguirre por Salvador Sostres


Esperanza Aguirre. | Reuters
Siempre ha sido odiada por la masa catalanista, pero eso no es ninguna novedad porque la masa la ha odiado siempre en todas partes. En cambio siempre ha contado con el respeto y la admiración de la élite independentista, que nunca ha dudado que de tener una líder con tanto ímpetu, talento y carácter, ninguna gesta sería imposible.
Esperanza Aguirre ha sido siempre muy querida por la Cataluña significativa. Por la Cataluña que dice la verdad y que en sus derrotas no busca excusas. Tanto por el sector más españolista, por afinidad, como por el sector más seriamente soberanista, por envidia sana, siempre ha sido especial la relación de Esperanza con Cataluña.
Ella siempre ha sido, también, una gran entusiasta de mi país. Entusiasta de Albert Boadella, de Arcadi Espada, y atenta lectora de la poesía -en catalán- de Valentí Puig. Algunos les llaman traidores o "botiflers", pero yo soy catalán, y catalanista, y les puedo asegurar que después de Josep Pla, nadie ha explicado con más precisión que ellos la esencia de lo que es y representa Cataluña.
La turba se alegrará de su dimisión, en Barcelona, en Madrid y en todas partes. No se alegrará ninguna persona inteligente, que más allá de su ideología, crea en la grandeza de la política.
También la inteligencia y el buen gusto son una patria, hoy un poco más huérfana sin Esperanza Aguirre.

Esperanza hambre de Libertad


Conocí a Esperanza Aguirre en la facultad y desde entonces somos amigas. Pero hoy no querría escribir sobre mi amiga sino sobre esa gran política, esa mujer de principios que es Esperanza Aguirre. Puedo entender que algunas personas no compartan los valores que ella ha defendido siempre con su arrolladora personalidad, pero creo que hasta sus más enconados adversarios reconocerán que es una mujer de principios. Creo que es imposible negar que Esperanza es una política que ha puesto siempre por encima de todo la defensa de los valores en los que cree. Y esa actitud me parece admirable. Hay tres de esos valores que Esperanza ha defendido con la fuerza que la caracteriza que me gustaría destacar, no sólo porque los comparto, sino porque creo que son imprescindibles en la vida pública. Y son una seña de identidad para todos los que simpatizamos con el proyecto del Partido Popular. El primero de esos valores es poner a las personas y su libertad en el frontispicio de nuestra actividad pública. Decir Esperanza Aguirre en España es decir «pasión por la libertad». Y esa pasión cobra todo su sentido cuando la persona está en el centro del ejercicio de la política. El segundo es la independencia de criterio dentro de la lealtad a un proyecto. Ella ha ejercido esa independencia de forma muchas veces sonora. Y creo que es bueno que así sea, siempre dentro de la disciplina que marca un proyecto político abierto y democrático. Y el tercero es su profundo patriotismo, su amor a España. Esperanza siempre ha reivindicado sin complejos el papel de nuestra Nación en la Historia. Y la mejor expresión de este sentimiento patriótico es su respeto a las instituciones que los españoles nos hemos dado. Esperanza fue Concejal del Ayuntamiento de Madrid, Ministra de Educación y Cultura, Presidenta del Senado y Presidenta de la Comunidad de Madrid. Y en todos esos cargos demostró su profundo respeto a las instituciones. Ahora, con su decisión de dejar la política hace honor a esos valores y pone en marcha el relevo que garantiza la normalidad institucional en nuestra democracia.
Ana Botella

sábado, 28 de julio de 2012

Ladislao de la Orden Liras

Hermano de el Bisabulo de mis hijos.
Mutilado de la guerra civil.
Llego a Coronel del ejercito.

Mariano de La Orden Liras

19 de Agosto de 1897
Nace en segovia.
14 Hermanos
El  Padre era sastre de la calle real de Segovia.
Saco a los 14 adelante.
Su hermano Ladislao de la Orden liras.
Se fue a vivir a Madrid.
Se Fue a vivir a Laredo
Fue mutilado de la guerra civil.